Hoy es el Día Mundial sin Tabaco, por eso queremos ayudarte a dejar de fumar. ¡Ojo! No queremos que dejes de fumar. Esa es una decisión que debes de tomar tú. Sólo te ofrecemos los ocho consejos más útiles para dejar de fumar (voluntaria y progresivamente).
Te recomendamos que acudas a tu médico de cabecera a pedirle consejo, pero te recordamos que dejar de fumar sin medicamentos es posible. ¡Incluso sin parches ni chicles de nicotina! Sólo con un poco de fuerza de voluntad y una actitud positiva y conseguirás tu objetivo. ¡Mucho ánimo!
Si quieres saber más sobre las graves consecuencias del tabaquismo, haz clic aquí.
1.- Haz incómodo fumar
Elimina todos los ceniceros excepto uno y guárdalo en un lugar de difícil acceso. Además, cada vez que fumes, hazlo de pie, como en una terraza o balcón, y evita fumar en sitios como tu habitación o el salón. Cada vez que fumes, limpia y guarda el cenicero en el mismo lugar. Puedes utilizar otras técnicas que se te ocurran para hacer incómodo fumar, como por ejemplo, sólo fuma en la calle y que tengas que bajar si te apetece un cigarrillo, etc. ¡Viva la pereza!
2.- Retrasa 10 minutos cada cigarrillo
Cada vez que pienses en fumar, retrasa 10 minutos (controlados por reloj) cada cigarrillo. Si retrasándolo no te da tiempo a fumarlo (por ejemplo, porque estás esperando el autobús), déjalo para cuando llegues al destino. Progresivamente puedes aumentar el tiempo, pero sólo si estás completamente seguro de que vas a poder cumplirlo. Si decides aumentar el tiempo, mantenlo y no des un paso atrás. ¡Aguanta, que puedes!
3.- Cuéntaselo a tus familiares y amigos
Comenta a tus amigos y familiares tu decisión de dejar de fumar progresivamente. Si ellos fuman, pídeles que no te animen a fumar, que no fumen cerca de ti y que no te ofrezcan cigarrillos; si no fuman, pídeles que te recuerden tu decisión de dejar de fumar cuando te vean con un cigarrillo en la mano. Eso sí, recuérdales que vas a dejar de fumar poco a poco y que en ningún caso te obliguen a dejar un cigarrillo a la mitad o te impidan fumar tajantemente. Este tipo de situaciones podrían provocarte más ansiedad y potenciar tus ganas de fumar. Dejar de fumar debe ser un proceso, no una condena.
4.- Deja el tabaco en casa
Cuando vayas a hacer recados breves (que vayan a llevarte menos de una hora), déjate el paquete de tabaco en casa, ya fumarás cuando vuelvas. Si al final el recado se alargase y sintieras la necesidad de fumar, puedes pedir un cigarrillo a alguna persona… Aunque esto suele ser algo incómodo, así que ¿por qué no esperas a llegar a casa?
5.- Prémiate, que lo mereces
Después de 1 o 2 semanas reduciendo progresivamente la cantidad de cigarrillos, algo habrás conseguido ahorrar… ¡regálate un capricho! No hacen falta grandes lujos, pero… ¿y ese CD de tu artista favorito que justo ayer viste a mitad de precio? ¿Y esa chaqueta rebajada del escaparate? ¿Te apetece alguno de esos pasteles recién hechos que venden al lado de casa? Recompensa tu esfuerzo, que no es poco, y date un capricho cada dos o tres semanas. Si consigues reducir la cantidad de cigarrillos, cada vez podrás permitirte mayores caprichos.
6.- Céntrate en el día de hoy
No pienses en qué día exactamente dejarás de fumar. No establezcas una fecha para tu último cigarro hasta que no estés preparado y hayas conseguido reducir sustancialmente la cantidad de cigarrillos al día. Simplemente piensa que “hoy vas a fumar un cigarrillo menos que ayer”. ¿Mañana? Ya se verá.
7.- Cambia de rutinas
Si después de cada comida tenías la costumbre de fumar un cigarrillo, cámbialo. Búscate otras cosas que hacer para esos momentos en los que siempre has fumado. Busca planes alternativos, realiza otras rutas para ir al trabajo, ve a sitios donde no se pueda fumar por un largo tiempo (como el cine), etc. Dicho de otra forma, mantente ocupado y distraído del hábito de fumar. Verás como, sin darte cuenta, reduces significativamente la cantidad de cigarrillos que fumas cada día. ¿Que hay en la cartelera del cine más cercano?
8.- Mentalízate de tu objetivo
Busca motivos que te animen para dejar el tabaco. ¿Lo haces por salud? ¿Por tus hijos? ¿Por otras cuestiones personales? Tenlas presentes y piensa en ellas cada vez que quieras fumar un cigarrillo. ¿Qué pensamiento merece más la pena? Mantén tu objetivo con un poco de fuerza de voluntad y recuérdate que siempre merece la pena. Puedes dedicar un poco de tiempo del Día Mundial Sin Tabaco a meditarlo.
Dejar de fumar es fácil siguiendo estos consejos con constancia y fuerza de voluntad. Muchas veces no es necesario recurrir a terapias de grupo, terapias sustitutivas con nicotina, ni medicamentos ansiolíticos. Cuando hayas conseguido dejar de fumar, informa a todos tus amigos y familiares de nuevo para que jamás te vuelvan a ofrecer tabaco ni te animen a fumar. Tira todos los ceniceros, cajetillas y otros “recuerdos” del tabaco; lava completamente la ropa y todo lo que que huela a tabaco, respira hondo, bebe mucha agua y ¡vuelve a ser libre! ¡Enhorabuena!