Ayer, 14 de marzo de 2018, falleció Stephen Hawking en su domicilio familiar de Cambridge. No ha trascendido la causa del fallecimiento, pero la familia asegura en un comunicado que «expiró en paz».
El físico fue diagnosticado de ELA cuando apenas era un joven y prometedor estudiante universitario. Su colega, Roger Penrose, y su tutor universitario, Dennis William, le apoyaron para que no dejara los estudios a pesar de su enfermedad. En 1974 se convirtió en el miembro más jóven de la Royal Society de Londres.
A pesar de que los médicos le habían diagnosticado una esperanza de vida muy corta, luchó incesantemente. Ésta no le frenó en su dilatada carrera profesional, plagada de hitos y reconocimientos. Su amplia obra escrita, a veces polémica, ha tenido siempre una gran acogida entre el público. Decididamente ateo, el físico realizó algunas declaraciones que molestaron a los sectores más conservadores e incluso a instituciones religiosas.
Stephen Hawkings como ejemplo de vida
Stephen Hawking se convirtió en un icono para físicos y científicos y ha inspirado a miles de estudiantes. Además, también se ha convertido en un icono de lucha contra el ELA.
Los que le conocieron destacan su gran sentido del humor. Llegó a aparecer en series como The Big Bang Theory en repetidas ocasiones e incluso hemos podido ver a un Stephen Hawkings amarillo en algún capítulo de Los Simpsons.
Ayer, a los 76 años, el físico falleció en su domicilio. Nos deja una de las mentes más brillantes del siglo XXI. Las aportaciones a la física y a la astronomía que nos ha regalado son de valor incalculable.
Desde aquí mandamos nuestro cariño a la familia de Stephen Hawking. Le agradecemos a Hawking su lucha incansable y su búsqueda incesante por la verdad.